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NUESTRAS AMIGAS LAS PLANTAS

PRIMAVERA : Hígado y Vesícula Biliar.


Es la primavera la estación del año en la cual toda la naturaleza renace, el ser humano también. Queremos eliminar todo lo acumulado durante el invierno, dejando que en nuestra vida crezca lo nuevo, y florecemos tanto como la naturaleza.

En la medicina tradicional china, la estación de la primavera se corresponde con el elemento "madera". Este elemento gobierna el hígado y la Vesícula biliar. También controla los tendones y ligamentos, ojos y uñas. Su dirección es el Este. El color es el verde. Sabor agrio. Su emoción es la cólera y su cualidad es el crecimiento.

El hígado, es quizás el órgano más grande del cuerpo humano (1500 grs.). Realiza un gran número de funciones químicas y metabólicas, es el gran laboratorio del cuerpo. Se le conocen más de cien funciones, entre otras: almacenamiento y producción de energía, metabolismo de la albúmina, desintoxicación, formación de algunos coagulantes, transformación de la bilirrubina.

Las células del hígado producen bilis, que es un líquido amarillento-verdoso

y amargo. Esta pasa a la vesícula biliar, (reservorio membranoso en forma de pera situado en la cara inferior del hígado) mediante contracciones de la vesícula, la bilis es vertida al duodeno para ayudar a la digestión. Un mal funcionamiento de esta, puede producir gases, calambres estomacales y dolores de cabeza. A veces el canal que comunica la vesícula con el duodeno se obstruye por cálculos, y la bilis no puede llegar a la digestión, dando lugar en algunos casos a los cólicos biliares.

PSICOLOGÍA DEL HÍGADO

La emoción del hígado y la vesícula es la cólera, su sonido el grito. La cólera reprimida daña al hígado así como el exceso de esta. 

Los chinos dicen, que el hígado es la casa del alma. Cuando el hígado está débil, hay agotamiento, falta de entusiasmo. Ya que éste, es el proveedor de energía. Cuando existe un exceso, hay mal humor, irritación. Ya que todos los excesos atacan al hígado ( comidas, alcohol, medicamentos etc.). Al dejar de formarse coagulantes, la sangre se hace más fluida y con esta enfermedad el paciente aprende moderación y sosiego (como por ejemplo: el reposo en hepatitis). Por lo tanto la enfermedad aporta sinceridad al ser humano.

La vesícula es la ejecutora del hígado, ya que éste manda, y ella ejecuta. Esto ocurre cuando hay cólicos, que curiosamente afectan más a las mujeres que a los hombres, siendo más frecuentes en ellos los de riñón.

Los cólicos biliares se dan más en mujeres casadas que en solteras. Simbólicamente la energía quiere fluir, si no es así, se produce acumulación. Si esta acumulación dura mucho tiempo se solidifica (se hace piedra). La mujer siente que la estructura familiar le impide dar rienda suelta a su energía y agresividad. Con el cólico, el/la paciente, está obligado/a a hacer todo lo que hasta ahora no pudo ni se atrevió, ya que con las convulsiones y los gritos libera la energía reprimida, además se ve obligado/a a reposar. De nuevo la enfermedad aporta sinceridad. 

TRATAMIENTO CON FITOTERAPIA.

Las plantas medicinales que utilizaremos en el tratamiento de problemas hepático-biliares, deben tener entre sus principios activos dos acciones principales que son:

Coleréticas : 

Aumentan la cantidad de bilis segregada por el hígado a través de la célula hepática. Se usan más en problemas de hígado

Colagogas:

Estimulan la actividad de las vías biliares, facilitando el vaciamiento de la bilis. Se usan en problemas de vesícula perezosa y cólicos biliares. Estas plantas pueden ser entre otras muchas, las siguientes: 

Alcachofera: Colerética, hipoglucemiante, diurética (ayuda a eliminar urea)

Boldo: colerética, facilita la digestión y es laxante suave.

Pumaria: Colerética, antiespasmódica, diurética, antiinflamatoria.

Cardo Mariano: Su principio activo la salimarina, tiene la capacidad de regenerar el hepatocito (célula hepática). Además de poseer una acción antiinflamatoria sobre el tejido de sostén del hígado.

Rábano: colágogo y colerético, antibiótico natural, bueno cuando existen problemas respiratorios.

Cebolla: Antibiótico, buena en enfermedades hepáticas, ayuda a la circulación de la sangre, expectorante. Emplearemos como ayuda al tratamiento, otras plantas según la patología del paciente.

Harpagofíto: Relaja los espasmos cuando hay cólico.

Espirulina: Aporta nutrientes de alto valor biológico, vitaminas del grupo B. B-12. A. y E.

Desmodium: Tiene la capacidad de bajar transaminasas cuando están elevadas. En los casos de cirrosis hepática: Reishi, Cartílago de tiburón, Uña de gato. 

TRATAMIENTO DIETÉTICO

La alimentación tiene que ser rica en vitaminas y sales minerales. Elegir bien los alimentos, evitar los que sobrecarguen la función del hígado. (fritos, grasas, alcohol, exceso de proteínas, condimentos fuertes, aditivos químicos). Evitar tanto como sea posible el uso de medicamentos. Tomar siempre de primer plato ensalada cruda a la que añadiremos un amargo (endibia o escarola) además del resto de los ingredientes.

Aumentar el consumo de: frutas (uvas, manzana, nísperos, ciruelas, papaya) verduras (endibias, alcachofa, cebolla, cardo, rábano, chucrut)

hidratos de carbono, cereales integrales, levadura de cerveza, lecitina de soja, germen de trigo, sésamo, aceite de salmón, garcinia cambogia y linaza.

Reducir o eliminar el consumo de: bebidas alcohólicas, las grasas, proteínas, embutidos, mariscos, chocolates, café, quesos maduros, y azúcares.

TRATAMIENTO EMOCIONAL

Utilizaremos como siempre flores de Bach, entre ellas:

Olivo: Devuelve las energías perdidas cuando hay síntomas como de infelicidad, falta de fuerzas, somnolencia.

Vid: Permite ejercer el poder con sabiduría y autocontrol, cuando hay síntomas como de rigidez mental, cólera, inapetencia e inflexibilidad.

Castaño de India: Devuelve la confianza para hacer grandes cambios, en personas angustiadas que creen haber llegado al límite de su resistencia.

Manzano Silvestre: Se consigue una buena aceptación de uno mismo, asumimos los propios defectos, depurativo en intoxicaciones, alergias y problemas cutáneos.

Consejo: Caldo Oxidante

Alcaliniza la sangre y los tejidos, ayuda a la oxidación y excreción de humores, desintoxica, bueno cuando hay fiebre y problemas hepáticos.

Ingredientes: 300 grs. de cebolla, 300 grs. de lechuga, 250 grs. de zanahoria, 50 grs. de apio, 100 grs. de verduras verdes ( acelga, espinaca etc.), 2 manzanas agridulces sin pelar, 2 cucharadas de aceite de oliva.

Cocer en dos litros de agua. Tomar tres tazas 1/2 hora antes de las comidas. En caso de fiebre y problemas agudos, tomarlo cada dos horas. Reducir la concentración de ingredientes, es decir, menos gramos si hay problemas renales.



Mercedes Moreno 
(Naturópata)